Teatro romano, joya de la arquitectura romana
Teatro romano de Mérida, joya de la arquitectura romana
Teatro romano, joya de la arquitectura romana, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1993.
Es junto con el anfiteatro, forma parte del conjunto arqueológico de España, que en mejor estado de conservación se encuentra.
El cónsul de la antigua Emérita Augusta, Marco Agripa, lo construyó entre los años 15 y 16 antes de Cristo. Este se construyó con el patrocinio de Agripa, que era el yerno de Octavio Augusto.
No hay que olvidar que Emérita Augusta (Mérida) era la capital de la provincia Lusitania, de ahí su importancia y que en ella se construyeran infraestructuras tan importantes como este teatro.
Actualmente tiene una capacidad para 3000 personas, aunque en origen albergara a unos 6000 espectadores. Estos eran distribuidos según las clases sociales en tres sectores, siendo la cavea ima, la destinada a las clases altas, cabelleros, magistrados y senadores.
Cada verano tiene lugar el Festival de Teatro Clásico de Mérida, que se encuentra entre los festivales de teatro más importantes dentro del panorama nacional.
En el se ofrecen obras clásicas de Sócrates, Aristófanes, Eurípides o Séneca, interpretadas por actores de la talla como Juan Echanove, Ana Belén o José Sacristán entre otros.
Cabe reseñar, que los romanos no eran grandes aficionados al teatro, pero no por ello, tener uno lo convertía en una ciudad de prestigio, ya que no todas las ciudades podían contar con uno.
El teatro está compuesto por un graderío semicircular. Está construido en hormigón de la época y revestido de granito. El escenario tiene varias estatuas de emperadores y dioses y su decoración es de estilo corintio.
Detrás del escenario se encuentra un muro en el que podemos encontrar hornacinas en las que había estatuas con miembros de las familias imperiales.
También podemos encontrar un espacio sagrado, con un altar para honrar al gran Augusto.
Casa del Teatro Romano
En la zona oeste del teatro nos encontramos con una vivienda que formaba parte de una iglesia donde rezaban las primeras comunidades cristianas. Todavía se pueden observar en ella mosaicos de gran belleza con motivos vegetales. Esta casa fue construida en el siglo II después de Cristo.